Entrada destacada

Click 6

On Mañana cumplo 49 años. Ese número anuncia la inminente llegada de los 50 en tan sólo un año. Estoy tan agradecida con la vida. Tan...

viernes, 19 de junio de 2015

Un libro en blanco

¿Recuerdan cuando antes de entrar a la escuela nos daban los útiles?
 ¿Recuerdan la ilusión que nos daba abrir los cuadernos y verlos perfectos, todas y cada una de sus hojas limpias, sin una sola letra escrita? 
¿Cuántos cuadernos nuevos habremos abierto y llenado a lo largo de nuestra vida escolar, colegial y universitaria?
La vida es igual.
Cada día es una página en blanco de este hermoso libro en el que escogemos lo que escribimos.  
Amo y le tengo un enorme respeto a la palabra.  Para mi la palabra escrita, hablada y pensada es sagrada y me cuido de escoger minuciosamente el sentido de cada oración y pensamiento para hilar coherentemente lo que quiero transmitir a los demás y lo que quiero fortalecer dentro mío y aunque desde hace muchos años no tengo un diario propiamente dicho, asumo cada día con la alegría, la ilusión y el entusiasmo de quien por primera vez escribe en una página en blanco. 
Es una gran responsabilidad con nosotros mismos asumir nuestro día a día y tomar así mismo la decisión de definir lo que realmente importa para dejarnos grabado en nuestro “Libro de Vida”. 
Creo firmemente en que si algo no me sirve, si no me ha dejado alguna enseñanza o me ha causado desasosiego o dolor y no lo puedo resolver, no merece ser incluído en mi Libro. 
A lo largo de mis 45 años hay algo que se manifiesta como una constante:  Yo decido aprender, aplicar y en la medida de lo posible, enseñar y aportarles a los demás en positivo. 
Aprendí a la fuerza a tener paciencia, a enteder que los tiempos de D-os no necesariamente son los míos, a que las respuestas no siempre llegan cuando yo quiero y a ver cada día como una posibilidad más de avanzar, de fluír, de crecer un poquito.
Y no es que no me enoje, que no me salga de mis casillas, que no haya veces en las que quiera agarrar el tintero imaginario, estrellarlo contra la pared y simplemente dejar esa específica hoja en blanco.  Pero realmente que son los menos.
Usualmente en todos mis días  hay amor, risa, pasión, reflexión, música y una curiosidad como de niña por ver que me depara mi vida.
Soy yo la que escoge esto. 
Soy yo la que entiende que para ser feliz hay que decidirse a serlo, consciente, diaria y voluntariamente.
Soy yo la que escoge al amor como la guía diaria. 
Soy yo la que conscientemente me pongo límites con respecto a lo que voy o no a pensar y a cuanto tiempo de vida buena voy a malgastar en casos perdidos.   
Soy yo la que antes de ver lo que me falta, agradezco con toda el alma por todo lo que tengo y por lo que vendrá.
Hoy, a usted que me lee, le hago una propuesta.  Tome una hoja en blanco y escriba durante 1 mes, las 8 cosas diarias que lo hicieron feliz. Que le reforzaron lo positivo. Que le dieron paz. 
Se vale desde que le gusto ver el amanecer, que pudo levantarse vivo de la cama, que tuvo la suerte de poder compartir su tiempo con los seres que ama, que tiene trabajo… 
Vale todo menos lo que no merece quedar permanentemente escrito en su sagrado Libro de Vida. 
Dése cuenta de cuantas bendiciones y de cuantos motivos de felicidad hay en todos sus días. 
Escríbalo y léalo cada vez que quiera tirar el tintero imaginario contra la pared.
 
 
 
 
 
 
 
                                                                                                                               

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario