Entrada destacada

Click 6

On Mañana cumplo 49 años. Ese número anuncia la inminente llegada de los 50 en tan sólo un año. Estoy tan agradecida con la vida. Tan...

jueves, 11 de junio de 2015

Yo no soy mis tetas.

Tenemos la ya honorable edad de 45 años y vamos hacia los 46 a velocidad acelerada.  La gravedad no ha sido tan inmisericorde y le agradezco a D-os que cada mamografía sale en orden. Pero aun si en algun momento no fuera así (cancelado infinitas veces), tengo claro que no dudaría UN SEGUNDO en decirles adiós y desearles buen viaje para seguir yo en el mío.

Porque yo no soy mis tetas. 

Yo no soy mis piernas, ni mis ojos, ni mi pelo, ni mi panza, ni mi trasero.

De hecho, YO, no soy ninguna parte de mi cuerpo específicamente. Este cuerpo que ando puesto, prestado para esta vida y a veces no tan cómodo, es eso. Lo que me viste.

Pero no solo eso soy yo.

Quiero decir que a pesar de estar feliz con el disfraz que me tocó esta vez, nunca he permitido que me defina y que tengo mas claro que el agua, que a pesar del agradecimiento que tengo con D-os porque cada una de las partes de este cuerpo funcionan y se ven bien y armónicas, me importa mucho, pero mucho más cultivar mi luz interior que la apariencia exterior.

Mucho más en estos tiempos…

En esta época se gastan cientos de miles de millones de dólares en el mundo en un culto bastante absurdo al cuerpo, para satisfacer la ansiedad de un consumismo desabrido, y en la mayoría de los casos, por pura gula, estamos siendo testigos de una degeneración de lo que realmente nos debería definir.

Hablando específicamente del físico, la moda impone un tipo que únicamente el 8% de la población femenina mundial tiene… el 92% restante no tenemos esa suerte.  Nuestras niñas empiezan a sentirse gordas desde antes de los 8 años y ya hay casos de anorexia registrados desde esa edad.  Ahora hay cirugías para cambiar hasta el color de los ojos… El “ser” flaca es sinónimo de belleza y miles de personas literalmente pierden la vida por ser prisioneras de la distorsión de sus propias imágenes. 

Y en esa cárcel de modelos estereotipados, tetas falsas, cuerpos alterados, pesos, tallas y medidas estandarizadas, pelos tratados, dientes tan blancos que encandilan, caras inmovilizadas por el botox, uñas postizas, índices de grasa corporal y pastillas adelgazantes, vivímos encerradas por voluntad propia sin permitirnos ver un poquito más allá de lo carnal.

Y ojo. En ningún momento estoy diciendo que renuncie a verme lo mejor que puedo. Me he sometido a dietas, voy a ponerme botox de vez en cuando y amo como me veo después, adoro el maquillaje, me alacio el pelo y me haré un facelift cuando mi carita lo necesite. Pero lo hago porque quiero verme bien. No porque tenga que cumplir con los estatutos de la sociedad con respecto al físico.  Salgo muchísimas veces sin maquillaje y me sigue gustando mi cara al natural. De la misma forma en la que puedo vestirme "de tacón alto", ando feliz en chanclas. En mi casa no hay una balanza y nunca se exactamente cuanto peso. En mi closet hay 3 tallas de jeans diferentes y si una me apreta, paso a la siguiente. Punto.

Yo no permito que me defina lo físico y como no es fácil, permanentemente me obligo a responderme lo siguiente:

¿Quien soy yo?
¿Cómo me veo a mi misma?
¿Qué me define?
¿Cuáles son mis certezas?

Estas preguntas me las hago rutinariamente, y su respuesta es una excelente medida propia.

Yo soy yo. Irene Lev. Mas que algo puntual de definir, un asterisco.  Una obra en permanente proceso de cambio y evolución. Una cebolla de muchas capas. Un nenúfar. 

Me veo feliz. Tranquila. Clara. Amorosa.  Enrumbada y en paz. Con una llave en la mano para abrir unas puertas y cerrar otras permanentemente.  Como un árbol grandote cuyas raíces tienen exactamente la misma proporción con su copa cargada de frutas.  

Me define la asertividad lograda tras mucho trabajo propio. La empatía hacia mi misma y hacia los demás. El sentido del humor. La rebeldía ante lo que la vida a veces me ofrece.  El ser ciega ante las diferencias que no tienen sentido. La introspección. El desapego a lo que no tiene importancia. La falta de vergüenza para preguntar lo que no se y la rapidez para admitir mis errores y pedir perdón. La fe absoluta en D-os.

Tengo la certeza de que voy a estar bien. Que la vida está de mi lado. Que el amor existe. Que soy valiente. Que tengo a D-os y me tengo a mi misma. Que quiero seguir aprendiendo. Que me falta mucho camino por recorrer y que soy yo la que lo tiene que caminar paso a paso, despacito y con buena letra. Que amo y soy amada.  Tengo clarita la certeza de que el templo más importante está en mi pecho y que mi relación con D-os no necesita intermediarios.  

Eso sería.  Cara, pelo y cuerpo son lindos accesorios. Nada mas.

¿Y a usted, qué lo define?



No hay comentarios.:

Publicar un comentario